LA POLÍTICA (Selección de textos)

¿QUÉ ES LA POLÍTICA?

1) “La política es una actividad moral que nace naturalmente de las exigencias humanas en su vida terrestre. Ahí que, tanto la ciencia política que legisla las condiciones esenciales de la ciudad terrestre, como la prudencia política que determina las acciones que convienen a ciertas circunstancias concretas, para el logro de determinados fines políticos, deban ajustarse a la vida sobrenatural. De suyo se desenvuelven en un dominio puramente humano con una autonomía de acción regulada por la razón; pero todo ese orden está sobreelevado, en la economía presente, al fin sobrenatural que Dios ha asignado al hombre.

Esta subordinación no es puramente extrínseca, como si la política se refiriese a un fin superior sin renovarse en su interior; debe tender positivamente a la realización de un fin sobrenatural, pues importa una renovación interior, una regulación nueva. Porque la política, aun quedando en el orden de las realizaciones temporales, debe disponer de medios superiores a los de la naturaleza en el estado de sus exigencias puras. La política cristiana es, pues, de un valor humano nuevo y superior al de la política simplemente tal.

La pura erudición de las teorías y de los hechos políticos, lo que se llama actualidad política, es nociva si no se está en posesión de la auténtica filosofía de la política; y por lo mismo de la metafísica general de la inteligencia humana, lo que Santo Tomás llama sentido común, hoy completamente destruido por revelaciones ideológicas casi inverosímiles.” (Julio Meinvielle, Concepción católica de la política, 3ra.edición, Ediciones Theoría, Buenos Aires, 1961)2) “¿Qué es la política? Desde la consideración de ella como la actividad más noble a la que puede aspirar un hombre, hasta su menosprecio como símbolo de lo más turbio, de la ambición sin freno moral, de la astucia que todo lo mide en razón de su utilidad para conseguir el poder, hay una distancia que pide ser explicada. En nuestros días existe una apreciación bastante generalizada, según la cual pertenece a la política a un ámbito ajeno a la moral y a lo verdaderamente fructífero para el hombre, hasta el punto que se considera una muestra de seriedad y de honestidad ser “apolítico”. Si se mira, sin embargo, el ser “apolítico” desde la noción clásica de política, esto aparece como un engendro monstruoso, como lo propio de ángel o bestia metidos, con disfraz de hombres, en un mundo que no es el suyo”.

“De un modo general, la política es todo aquello por lo cual los hombres se vinculan al bien común más alto. Este bien se ofrece de una manera concreta, con perfiles nítidos y diferenciados, en la sociedad a lo largo de cuya historia se han cultivado los principales valores humanos. Es, por esto, el bien de la patria, entendiéndolo en su sentido más universal-en cuanto modo particular de darse el bien del hombre-y al mismo tiempo más concreto. Así, el amor a la patria, la justicia que dispone a dar lo mejor de uno a ella, es la dimensión básica de la política, necesaria a todo miembro de la ciudad, gobernante o gobernado. Con prescindencia de ella es imposible gobernar rectamente, pues desaparece el bien real como fin y criterio, y es imposible también ser parte adecuada de la sociedad política, pues no hay un todo real que dé sentido a la participación. El patriotismo, el espíritu de servicio, la entrega al bien superior, son las disposiciones políticas básicas”.(págs.80 y 84)

(Juan Antonio Widow, El hombre, animal político-Orden social, principios e ideologías, Academia Superior de Ciencias Pedagógicas de Santiago, Santiago de Chile, 1984)

UNA ADVERTENCIA DE ARISTÓTELES

3) “Cada cual juzga acertadamente de lo que conoce, y de estas cosas es buen juez. Pero así como cada asunto especial demanda una instrucción adecuada, juzgar en conjunto sólo puede quien posea una cultura general. Esta es la causa en que el joven no sea oyente idóneo en lecciones de ciencia política, pues no tiene experiencia de las acciones de la vida, de las cuales se extrae la ciencia política sus proposiciones y a las cuales se aplican estas mismas. Y además, como el joven es secuaz de sus pasiones, escuchará estas lecciones vanamente y sin provecho, toda vez que el fin de esta ciencia no es el conocimiento sino la acción.

Ninguna diferencia existe entre respecto entre el adolescente por la edad y el de carácter pueril, pues no es el tiempo la causa de su incapacidad sino la vida que lleva conforme a sus pasiones y dispersa en la pesquisa de todo lo que se le ofrece. Para estos tales el conocimiento es estéril, como para los incontinentes. Más para los que ordenan por la razón sus deseos y sus acciones, de gran utilidad será saber de estas cosas”. (Ética Nicomaquea, Libro I, Capítulo III)

4) ORDEN SOCIAL Y ORDEN POLÍTICO

“La democracia es un régimen político tan viable como cualquier otro, a condición de que sea el resultado de una sociedad viva. El orden político está en estricta dependencia del orden social y no a la inversa”.

“La democracia política que no esté sustentada por una sólida democracia social preexistente, es decir sobre las realidades familiares, profesionales, comunales y regionales a medida del hombre, estrictamente despolitizadas, es la muerte de un pueblo. Si nosotros queremos purgar la democracia de sus males y devolverle la salud, hay que realizar la sanatio in radice indispensable y, por fuera de la política, establecer los fundamentos sociales del régimen que parece ser el de nuestra época. No decimos que la cosa sea fácil, sino absolutamente lo contrario. Pero entre vivir socialmente o perecer políticamente, la elección de todo hombre no cegado por los prejuicios de un tiempo absurdo, está hecha”.

(Essai sur la fin d´ une civilisation, Librairie De Médicis, Paris, 1949 , p.112, citado en http://catapulta.com.ar/?p=8311)

Notas del Francotirador

1) Esta breve selección está destinada a lectores jóvenes que deseen “estar en posesión del auténtica filosofía de la política” y “vincularse al bien común más alto”, como enseñan nuestro maestro Meinvielle y el querido amigo Widow. Así evitarán beber el veneno de falsos eruditos y “opinólogos”, que  un día se ocupan de lo que pasa en Ucrania y al otro de lo que sucede en Brasil, con la misma suficiencia e impunidad que les brindan los medios de comunicación.¡Todo  sea por figurar!

2) Quisiera también que reparen en la observación de Marcel de Corte. Puede servir para que muchos nacionalistas católicos, inficionados de ideologismo  y “cegados por los prejuicios”, se decidan a participar activamente en política constituyendo  un movimiento de “sanación política”–antidemocratista y no antidemocrático- que los buenos argentinos reclaman. Y que después no se quejen de los votos de Milei. En la próxima entrega reproduciré los artículos del Padre Julio y de Carlos Sacheri sobre la democracia, que esos ideólogos no se han atrevido a replicar cuando fueron publicados en esta misma página. (LA DEMOCRACIA TRADICIONAL, SEGÚN  EL PADRE MEINVIELLE” https://www.aladerecha.com.ar/?p=947#comments  y “LA DEMOCRACIA” ( UN TEXTO DE CARLOS SACHERI) https://www.aladerecha.com.ar/?p=1706#comments)

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