LA DEMOCRACIA NO LIBERAL DE ORBAN

Escaso de tiempo como estoy, cuando quiero saber algo de la política internacional, las más de las veces recurro a los blogs de Maurizio Blondet, Ordine Futuro,Letturine,Pat Buchanan, Yves Daoudal , Réinformation TV y Médias Presse, todos ellos de orientación católica tradicionalista y antimundialista, que, en algunos países, parece tomar cuerpo, merced al sentido común de quienes han votado a las fuerzas patrióticas “populistas”, como ha sucedido con Orban y hace unos días a la Lega Nord de Salvini y a Berlusconi  en Italia. Incluyo a Trump, desde luego, que se he revelado como un gran enemigo del aborto, lo cual no es poco. Y algo es algo.

Y del amigo Daoudal copio y pego esta noticia sobre Hungría.(La negrita y los subrayados son míos).

“El 10 mayo, Víctor Orban fue reelegido primer ministro por el parlamento húngaro. Después de haber prestado juramento pronunció un discurso en el que dijo entre otras cosas:

«Afirmemos claramente que, como lo dijo nuestro rey San Esteban, nada eleva más que la humildad, y nada rebaja más que el orgullo y el odio. Reconozcamos que detrás de los éxitos se esconde siempre la gracia de Dios.

Esto no es una cláusula al estilo, no es solamente una tradición, sino nuestra profunda convicción soli Deo gloria, la gloria pertenece solamente a Dios.

Una nación entera no puede ser refundada a hurtadillas. Pienso que los éxitos que hemos conseguido hasta el presente debe mucho al hecho de que hayamos declarado abiertamente que la era de la democracia liberal ha llegado a su término.

Ella se ha demostrado incapaz de proteger la dignidad del hombre, es incapaz de darle la libertad, ella no le puede garantizar la seguridad física y no puede tampoco defender más la  cultura cristiana.

Algunos en Europa tratan de repararla, pero no comprenden que es la misma estructura la que está dañada, y que el mundo ha cambiado. Nuestra respuesta, la respuesta de los húngaros al cambio del mundo es que en lugar de la democracia liberal que naufragó tenemos la intención de construir la democracia cristiana del siglo XXI, que garantiza la dignidad, la libertad y la seguridad del individuo, protege la igualdad entre los hombres y las mujeres, respeta el modelo familiar tradicional, pone freno al antisemitismo, protege nuestra cultura cristiana y la oportunidad para la perennidad y desarrollo de nuestra nación. Somos demócratas cristianos y queremos una democracia cristiana.

Las bibliotecas desbordan de literatura sobre el espíritu de las naciones. Mi gobierno pertenece a la escuela según la cual los húngaros no han querido ser jamás un pueblo sometido. Como lo ha dicho nuestro gran poeta Petőfi, “ quien ha vivido y ha muerto libre no puede descansar en tierra sometida. Juremos por el Dios de los húngaros que no seremos más esclavos”.

Este juramento lo pronuncia cada niño húngaro. Para mi gobierno, eso no basta para preservar nuestra libertad, para mantener fuera de la Cuenca de los Cárpatos a tres grandes ejércitos: el alemán, el ruso y el turco, sino que debemos crear las condiciones que permitan decidir libremente nuestro destino, ahora en el interior de nuestras fronteras. No solamente juntos, sino también individualmente. En otras palabras, mi gobierno será el gobierno de los húngaros libres y del Estado húngaro soberano. Mi determinación a en favor de la libertad no se reduce a mi lucha contra la dictadura y ocupación soviética; ella tiene también motivaciones económicas. Soy parte de la generación que recuerda todavía lo que condenó a muerte el sistema estatista comunista, lo que ignoró -y aún combatió- una de las leyes fundamentales de la naturaleza humana: el comunismo prohibió al individuo que mejore su situación de manera independiente, por su propia iniciativa, por su propio esfuerzo, en otros términos individualmente. Es la razón por la cual nosotros no condenamos al comunismo solamente como opresor, sino también como contrario a la naturaleza humana. Yo quisiera construir nuestra política sobre esta experiencia. El objetivo es asegurar el máximo de libertad a los individuos, a fin de que se pueda avanzar según sus propios deseos. No podemos comprometernos a resolver el problema de la vida de cualquiera, sino que queremos y podemos crear las condiciones que permitan a cada uno solucionarlas y encontrar su felicidad.

Debo decir también algo sobre nuestro lugar en la Unión Europea. Deseamos una Europa fuerte, capaz y acuerdos mutuamente provechosos. Tenemos necesidad de la Unión y la Unión también nos necesita.

Es por eso que estamos dispuestos a hacer lo que nos corresponda de manera proactiva en cuanto a los cambios que la Unión no podrá hacer en la economía, aunque ella lo quisiera. Defenderemos con todas nuestras fuerzas el principio de que la Unión debe funcionar como alianza de naciones libres, y renunciar a la pesadilla de los Estados Unidos de Europa. La Unión Europea debe volver a la realidad . Como primer paso ella debe revisar su punto de vista sobre la migración de masas y de la inmigración. Se piensa hoy en Bruselas que es injusto que el hombre no nazca donde quisiera vivir y se piensa que es justo que los hombres tengan el derecho de instalarse en donde quieran vivir. Miles de activistas, de burócratas y de políticos trabajan hoy en Bruselas para ser de la migración un derecho humano fundamental. Es la razón por la cual se nos quiere arrebatarle el derecho de decidir por nosotros mismos lo que admitimos y lo que no admitimos.

Estoy convencido de que la migración conduce en fin de cuentas a la desagregación de las naciones y de los Estados. Las lenguas nacionales se debilitan, las fronteras se desdibujan, la cultura nacional se disuelve y lo que queda no es más que una sociedad abierta y única. Y al final, la unificación de las sociedades europeas llega al estadio donde un gobierno europeo único y unificado podrá ver el día. Es la suerte que espera a quienes no se protegen contra la migración. No será mañana, pero si en el futuro que nosotros podemos vislumbrar. De esto se trata, esto es el gran proyecto. Yo no vendo gato por liebre. Afirmo claramente aquí delante de ustedes que mi gobierno es hostil a este proyecto, al proceso que se aproxima y a toda medida que vaya en esta dirección ,un proyecto que es enemigo de la libertad de los húngaros. El multiculturalismo ha sido primer escalón. Lo “políticamente correcto fue el segundo y así está hoy Europa.”

El tercer escalón será el reparto por cuotas obligatorias. Para que la Europa que nosotros amamos y por cuyo bienestar estamos dispuestos a hacer grandes sacrificios. no suba al próximo escalón de la autodisolución, será necesario contar con nosotros en la escena de la política europea.

Lucharemos contra las cuotas obligatorias, defenderemos la cultura cristiana y combatiremos por la defensa de nuestras fronteras”. http://yvesdaoudal.hautetfort.com/archive/2018/05/14/viktor-orban-6051557.htm

Agrego que en Julio de 2017 Orban ya había dicho: “Debemos abandonar los métodos y los principios liberales en la organización de la sociedad. Estamos construyendo un estado deliberadamente  iliberal, un estado no liberal, porque los valores liberales del Occidente actual incluyen la corrupción,el sexo y la violencia”

https://www.maurizioblondet.it/viktor-orban-la-democrazia-illiberale/

y hace pocos días su gobierno expulsó a la Fundación de George Soros, poderosa punta de lanza del mundialismo. Más no se puede pedir.

Los nacionalistas argentinos deberíamos tomar nota de lo que está pasando en Hungría y proponernos también hacer política en serio, dejando la mera literatura. La prudencia indicará los medios, sin excluir  de entrada ninguno, ni siquiera  la formación de un partido que represente los anhelos de los buenos argentinos, hartos de la pseudodirigencia. Me hago cargo de la referencia al partido político es urticante para más de uno, pero ¿cómo hacer que el nacionalismo tenga presencia en la vida pública?

Nota del Francotirador

Desde los Congresos de 1968 en Pilar y de 1970 en San Nicolás de los Arroyos, que los nacionalistas no nos reunimos para trazar planes de acción política. Es indispensable juntarnos de nuevo. De aquellos lejanos días recuerdo al Padre Meinvielle, Ricardo Curutchet, Juan Carlos Goyeneche, Juan Pablo Oliver,Luis Alberto Barnada, Juan Antonio Casaubón, Octavio Maestu, Carlos Peltzer, Ramón Bogado, Julio Noacco, Alejandro Vera Barros,Carlos Gómez Álzaga(No recuerdo si fue Carlos Sacheri) y entre los que sobrevivimos a Bernardino Montejano, Héctor Hernández, Enrique Graci Susini, Enrique Díaz Araujo, Félix Lamas y también al tránsfuga Enrique Zuleta Puceiro. Y me pregunto por dónde andará Marcelo Ramón Lascano, uno de los más valiosos discípulos de don Julio Irazusta. Siempre te esperamos, Marcelo, con los brazos abiertos, más allá de alguna bronca fuerte que hayamos tenido.

Del encuentro de San Nicolás surgió el MUNA(Movimiento Unificado Nacionalista Argentina), que no pudo crecer por la guerra revolucionaria que nos azotó, en la que cayó el irreemplazable “Buby” Sacheri. En él teníamos puestas muchas de nuestras esperanzas.

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